Aurélien Collas

Soy pintor. Pienso en términos de representación, forma, color y superficie. Soy escultor. Pienso en redondo, da un paso atrás y todo se convierte en objeto. Soy performer. Un paso más atrás y entro en el encuadre. Mi arte hace lo que yo hago, dice lo que yo digo, piensa lo que yo pienso. Mi arte es mi política. Vive a pérdida. Es pobre como en Italia, pero generoso, da como la mafia. Mi arte es popular pero no comercial. Se aferra a la sociedad, se amolda a ella como un legging, se resiste a ella como un gitano. Es tonto como una camiseta de banda de rock, melancólico como un viejo revolucionario del 68, Centrado en el presente como un constructivista. Mi arte tiene capas, como una película de ciencia ficción. Como el rugby, es más complejo de lo que parece, más simple de lo que se dice: se centra en los fundamentos. Es intermitente, es fiestero, actúa (performs). Mi arte es con los pies en la tierra. Es mágico. Nada en él es verdad. Todo es posible. Mi arte es como una droga: canta, baila, seduce. Pero cuando se encienden las luces, ves las ojeras y el vacío.